Entrevista con Leonel Vásquez, ganador de la Residencia Plataforma Bogotá Más Arte Más Acción.

Por: Jesús Reyes, Área de Comunicaciones, Idartes, 2019. 

Leonel Vásquez Zárate es un artista sonoro y docente que se destaca por explorar los sonidos y sus maneras sutiles de habitar cuerpos, espacios y paisajes. En sus proyectos individuales y con comunidades se ha interesado en los límites de la escucha humana, la vibración mecánica del sonido, las formas de fijación de la memoria sonora, la sustancia y el cuerpo de la voz, espacios electromagnéticos y el medio subacuático.

Auscultar un Territorio de Alumbramientos fue el proyecto ganador de la Residencia Plataforma Bogotá Más Arte Más Acción (Chocó), la cual hace parte del Programa Distrital de Estímulos para la Cultura 2019 - PDE. Desde allí, el artista se acercó a democratizar la escucha subacuática, acercar el oído a las aguas, sus distintas formas de vida y sus mensajes, realizando diversas actividades con parteras, carpinteros, pescadores y cantaoras de los corregimientos de Tribugá, Gurubirá y Panguí, al interior del Pacífico colombiano.

Del 4 al 8 de noviembre el público tendrá la oportunidad de visitar la muestra de resultados de esta residencia en la sede de Plataforma Bogotá. El Instituto Distrital de las Artes - Idartes, tuvo la oportunidad de dialogar en entrevista con el artista.

Idartes: ¿Qué relación tiene el proyecto Auscultar un Territorio de Alumbramientos con el agua?

Leonel Vásquez: En estos tiempos vivimos de agua debido a dos sentidos: tiempos del agua visto desde re-sincronizar los valores que tenemos en torno a los paisajes y los contextos en los que nos desenvolvemos como sociedad; esto hace referencia a cómo el agua se expresa en unos ritmos, en unas formas que no necesariamente dependen de lo humano, pero al final recaen sobre lo humano.

Idartes: ¿Qué lo motivó a la realización del proyecto? 

L.V: He visitado varios lugares sobre todo en la parte terrestre. Con lo terrestre, hablo de ríos, lagos y montañas. La cosa es que como el proyecto en algún momento me llevó a pensar también en la relación que hay entre unas formas de agua y otras; las aguas saladas y las aguas dulces, cómo se comunican las montañas con los mares, como las montañas se degradan y llegan a los océanos.

Yo no soy de mar, no soy de la costa; soy de montaña, vengo de Sibaté. El hecho de vivir al lado del embalse del Muña y ver que las aguas que llegan allí son aguas que sufren el desprecio de la principal ciudad del país y son alimentadas por los municipios por donde transita incluyendo el propio Sibaté y ver que no pasa absolutamente nada me llevaron al eje central del proyecto.

Idartes: ¿Cómo fue esa última experiencia que tuviste con las comunidades?

L.V: La residencia consistía en llevar una serie de experiencias a las comunidades. Hicimos recorridos donde compartí con algunas personas claves en el territorio y con el paisaje. En ese proceso, surgieron interrogantes sobre cómo dejarse o entregarse de forma Intuitiva a los movimientos de las aguas o a los movimientos de la gente y luego empezar paulatinamente a conducir la inquietud que me motivaba a llegar allá. 

Sentir a qué suena el Pacífico y especialmente qué tanto de ese sonido escuchamos; hasta dónde el sonido que sale de allí nos va a ayudar a entender más. Esto es nuestra concepción de representación sobre el territorio.

Idartes: ¿Por qué el nombre del proyecto?

L.V: Lo que encontraba ahí era como un territorio especial; un territorio de alumbramientos en un territorio donde se está dando la vida y justo ponía esto de auscultar un territorio de alumbramientos porque lo que quería era escuchar cómo suena un lugar donde se está forjando la vida todo el tiempo. 

Idartes: ¿Qué instrumentos usaste para la creación del proyecto?

L.V: La idea era que pudiéramos dentro de las acciones encontrar un modelo básico de transducción subacuática. Se me ocurría que podríamos conectar estos transductores, que son unos micrófonos subacuáticos a estos sistemas y poder escuchar lo que debajo de las aguas, a unos cuantos metros estaba sonando y así fue como, en cada situación mejoramos, para poder hacer unas salidas de campo y hacer una cartografía de esas señales que configuran el paisaje de la zona, teniendo todo un ambiente lleno de vida. 

Idartes: ¿Cuál fue la reacción de esas personas ante esa escucha?

L.V: Ellos podían tener de manera más clara esa percepción que ya estaba de algún modo en sus memorias sonoras, pero para los que por primera vez escuchaban había un asunto de sentimientos, de su sublime fascinación de grandeza y de admiración.

El cuerpo era sensible al tacto, tiene una experiencia perceptual que está absolutamente tocada en la piel y de algún modo puede aislarse de esa situación que está literalmente inundada de sonidos. Eso genera un nivel de amplificación de la experiencia poderosa que llevó a que mucha gente, llegará a un proceso de viaje, que lo llevó al sueño, al trance, al llanto y realmente expresiones distintas.

Idartes: ¿Qué tienes pensado para la muestra que se realiza acá en Bogotá ?

L.V: La propuesta está enmarcada en la democratización de la escucha subacuática; un poco eso fue lo que sucedió durante toda la residencia y me gustaría poner eso acá. 

Idartes: ¿En qué sentido estas convocatorias transdisciplinares contribuyen al desarrollo de proyectos que tiene como protagonista al territorio y las comunidades? 

L.V: Yo tengo ahí un mensaje bien importante para las convocatorias; me pareció muy especial que dentro de todas las convocatorias justo esa estuviera abierta porque me dieron la oportunidad de participar y sobre todo fue tan pertinente. Me parece que Bogotá gana si abre estas iniciativas. Quiero compartir algo que he venido desarrollando no soy de Bogotá y quiero traerles a los bogotanos, como la posibilidad a través del proyecto de tener una experiencia de escucha subacuática.